La purpurina biodegradable siempre ha estado asociada a la celebración, a la creatividad y al brillo que despierta ilusión. Sin embargo, lo que durante décadas parecía inofensivo esconde un coste ambiental enorme: millones de microplásticos que acaban en mares y ríos. Frente a esta realidad, surge una alternativa coherente y respetuosa: la purpurina biodegradable, creada con materias primas naturales y pensada para brillar en armonía con el entorno.
La purpurina tradicional se fabrica a partir de plásticos derivados del petróleo y aluminio. Se trata de partículas microscópicas que, una vez liberadas, son prácticamente imposibles de recoger.
El problema es doble:
En el medio ambiente, estos microplásticos permanecen durante cientos de años, acumulándose en aguas y suelos.
En los seres vivos, entran en la cadena alimentaria y afectan a peces, aves y, finalmente, a las personas.
Lo que comienza como un detalle estético acaba teniendo un efecto acumulativo que daña los ecosistemas marinos.
Más información en el informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) sobre microplásticos.
Qué significa realmente “biodegradable”
La palabra “biodegradable” puede sonar a moda, pero tiene una base muy clara: se refiere a materiales que los microorganismos pueden descomponer de manera natural en un plazo razonable, sin dejar residuos tóxicos.
En el caso de la purpurina biodegradable, hablamos de partículas elaboradas a partir de materias primas renovables como algas y pigmentos minerales. Una vez usadas, se integran en los ciclos naturales sin contaminar.
Esto marca la diferencia frente a la purpurina plástica: lo que antes era residuo eterno ahora se transforma en algo que vuelve al entorno sin dañarlo.
Purpurina biodegradable Marguli: ciencia y artesanía desde Canarias
En Marguli hemos unido la ciencia y la tradición artesanal para crear una purpurina distinta:
La base se elabora con algas marinas y pigmentos minerales naturales, seguros para la piel y respetuosos con el medio ambiente.
Todo el proceso es manual y en pequeños lotes, lo que garantiza autenticidad y cuidado en cada detalle.
Este enfoque responde a una pregunta sencilla: ¿cómo podemos disfrutar de la belleza y la creatividad sin comprometer la salud del planeta?
Esto marca la diferencia frente a la purpurina plástica: lo que antes era residuo eterno ahora se transforma en algo que vuelve al entorno sin dañarlo.
Por qué elegir purpurina sostenible hoy
Optar por la purpurina biodegradable es más que un gesto estético. Es una elección que conecta con valores profundos:
Cuidar el entorno marino, evitando la liberación de microplásticos.
Proteger tu piel, con un producto libre de tóxicos y metales pesados.
Consumir con coherencia, apoyando alternativas que respetan la naturaleza.
Cada partícula de Marguli simboliza un brillo diferente: uno que ilumina sin oscurecer el futuro.
Set Vintage contiene una gama de colores seleccionada para dar a cada maquillaje un toque de nostalgia y glamour. Ideal para quienes prefieren brillar con discreción.